Erase una vez una niña que vivía en Madrid y que se dedicaba a recoger amapolas para su tiburón todos los días. Uno de aquellos días, justo después de que cogiese las flores pasó un coche a toda velocidad y le tiró una rosa a la camiseta, así que decidió llamarle Planta Car, el coche planta.
De camino a casa fue a ver la peli Jurassic World. Al terminar vio un perrito disfrazado de Velocirraptor, ¡qué risa!
Al fin llegó a su casa, el mar. Le salió una cola de sirena, le dio las flores a su tiburón y él, con una sonrisa llena de dientes relucientes se las comió.
Todo eso pasó en la Caja Mágica, ¿a que es increíble?
Un cuento de La Caja Mágica de Itzíar Peña - 9 años
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