Núria Homs
Mercé Canals
El león Leónidas estaba de muy mal humor. Se había quedado sin trabajo. Leónidas vivía en un circo de color blanco y calabaza con Ivo, un domador a quien le daban miedo los leones. Le daban tanto tanto miedo que, con la ayuda de sus amigos del circo, Ivo se convirtió en un domador de ranas verdes y larguiruchas, y de los leones no se acordó nunca más.
A partir de 5 años
Porque la familia es el punto
de apoyo perfecto para volver
a despegar
No sé si lo habréis leído o si recordaréis “El domador miedoso”, un cuento de Núria Homs en el que un pobre domador tenía que cambiar los leones por las ranas porque tenía muchísimo miedo a los leones, pero claro, las historias no siempre tienen finales felices para todos, porque ¿qué le pasaría entonces a ese león que atemorizada a Ivo, el domador? Lo habéis adivinado (o habéis leído el título de cuento, listillos), pues eso, que se quedaba en el paro. El paro es un problema muy grave ahora mismo en nuestro país y el pobre Leónidas solo rugía y se lamentaba por estar parado, por no encontrar trabajo, por no saber cómo seguir adelante… por suerte, Leónidas tenía familia en otro país, así que, y tras pensarlo detenidamente se decidió a escribirles y… claro, para saber lo que ocurre después tenéis que leer el cuento, claro, no os lo voy a contar yo.
Las historias tienen casi siempre más de un punto de vista, este cuento y el anterior, unidos, nos ayudan a comprenderlo
Un cuento para que empecemos a saber que nuestra familia es la mejor cuando necesitamos ayuda, porque suele estar ahí cuando la necesitamos, pero también para saber que vale, todos nos lamentamos cuando algo nos sale mal, pero hasta que no dejamos de hacerlo y nos ponemos a buscar una posible solución, esta no termina de llegar.
“Un león en el paro” es un cuento para pasarlo muy bien, para viajar a África y ver cebras, para descubrir a un león volando en avión, para disfrutar de la alegre narración de Núria y para disfrutar en grande con las coloridas y simpatiquísimas ilustraciones de Mercé Canals y además, para volver a ver a un personaje secundario convertido en protagonista y saber que la mayoría de las historias no tienen nunca una sola versión… porque claro, Ivo estaba muy contento con sus ranas y su circo funcionaba genial, pero la sonrisa del domador era el lamento de Leónidas… menos mal que en los cuentos, todo termina saliendo bien.
Un cuento muy divertido y muy simpático, os va a encantar.
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