Cornelia Funke
Lucas Piernilargo es un jovenzuelo que anda siempre
malhumorado y quejándose por todo, no aprecia nada de cuanto le rodea.
Imaginaos cómo será el muchachito que ni siquiera le gusta el delicioso
cacao que su madre le prepara cada mañana para desayunar. Las cosas no
pueden seguir así ni un instante más, de modo que Pistacha, el hada de
la suerte, debe actuar: unos polvos mágicos y algunas clases extra sobre
cómo «ser feliz» deberían bastar para que Lucas comprenda lo que es la
felicidad, ¿no?
A partir de 5 años
¿Nos gusta este cuento o no nos gusta?
En este caso es Lucas Piernilargo el que tiene la suerte de toparse con un personaje fantástico, aunque es por algo que a ninguno de vosotros os gustaría, resulta que Lucas está siempre enfadado, por todo, siempre de mal humor y ni siquiera sabe lo que es la felicidad, ¡vaya rollo! Así que el hada Pistacha tiene que conseguir que Lucas aprenda a ser feliz y para ello tiene un montón de ideas, claro, es una experta en casos semejantes.
Con la naturalidad con la que Cornelia nos cuenta siempre estas cosas, Lucas y Pistacha comenzarán una relación en la que el hada intentará por todos los medios que ese niño enfadica de 6 años aprenda por fin lo que es sonreír a todas horas y la felicidad, ¿lo conseguirá?
De este cuento tan estupendo se han vendido en todo el mundo trece millones de ejemplares. Sí, sí, no me he confundido y no habéis leído mal, trece, 13, TRECE!!!! Así que, suponemos, que habrá muchos niños más felices que antes y que Pistacha sí que es toda una experta (además, como es gordita, está muy cerca de convertirse en jefa de las hadas, porque en el mundo de las hadas, la jefa es la más gorda de todas).
Los libros y cuentos de Cornelia siempre son recomendables, están escritos sin malicia, pero con esa chispa de normalidad y de travesura que los convierten en lecturas apetitosas, de esas que enseñan casi sin querer. Y no enseñan a limpiarse los zapatos, ni a atarse los cordones, ni a comer con las manos limpias… enseñan a vivir más contentos, a ser más felices y, sobre todo, a disfrutar con una buena lectura.
A mí me ha encantado. Es muy divertido. Ya me lo contaréis vosotros, seguro que os encanta.
¡Ah! Se me olvidaba decir que como Cornelia no es española, el cuento ha sido traducido para que lo podamos disfrutar en España por Martina Nommel y que lo acompañan y completan las ilustraciones sonrientes de Sybille Hein, porque los cuentos sin ilustraciones no son lo mismo ¿a que no?
Lo vais a pasar genial con Pistacha.
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