
Unicef escoge ‘Los peque-cíclopes’ para ayudar a los niños en Haití
El libro "Los peque-cíclopes", del escritor Rubén Serrano, ha sido elegida por Unicef para ayudar en el método del "Retorno a la Alegría", que se está utilizando en Haití, para que los niños, además de aprender y recuperarse de las consecuencias del terremoto del año pasado, vuelvan a ser capaces de divertirse y sonreír. Además, con ese método, los profes y voluntarios que están ayudando a levantar las casas y, sobre todo, a reformar los corazones de los haitianos, pueden enseñar cosas como la amistad, el respeto, el esfuerzo y la superación de las dificultados desde el afecto y la buena voluntad.
Así que, como ha sido elegido para ello, "Los peque-cíclopes" serán traducidos al creole (el idioma nativo de Haití), para que los peques puedan leerlo y consigan recuperarse de todo lo que les ha pasado desde que el 12 de enero del año pasado, un terremoto destrozara su país y sus vidas.
El libro de Rubén se usará por los profes para promocionar la lectura y para que los niños haitianos, además de sonreír, puedan aprender otros idiomas.
Pero Haití no es el único lugar que han visitado estos extraños personajes de un solo ojo y cabeza en forma de pera, capaces de revolucionar todo el mundo con sus simpáticas aventuras. El año pasado ya estuvieron con los niños saharauis en el Sáhara Occidental, para estimular la lectura entre los peques de los campamentos de refugiados.
Vamos, que los personajes de Rubén son tan solidarios (o más) que su propio autor. ¿No te gustaría que algún día que tus personajes sirviesen para hacer sonreír a un niño, estuviese en la parte del mundo que estuviese?
Enhorabuena Rubén, a los que hacemos Menudo Castillo nos encanta esta noticia.
Así que, como ha sido elegido para ello, "Los peque-cíclopes" serán traducidos al creole (el idioma nativo de Haití), para que los peques puedan leerlo y consigan recuperarse de todo lo que les ha pasado desde que el 12 de enero del año pasado, un terremoto destrozara su país y sus vidas.
El libro de Rubén se usará por los profes para promocionar la lectura y para que los niños haitianos, además de sonreír, puedan aprender otros idiomas.
Pero Haití no es el único lugar que han visitado estos extraños personajes de un solo ojo y cabeza en forma de pera, capaces de revolucionar todo el mundo con sus simpáticas aventuras. El año pasado ya estuvieron con los niños saharauis en el Sáhara Occidental, para estimular la lectura entre los peques de los campamentos de refugiados.
Vamos, que los personajes de Rubén son tan solidarios (o más) que su propio autor. ¿No te gustaría que algún día que tus personajes sirviesen para hacer sonreír a un niño, estuviese en la parte del mundo que estuviese?
Enhorabuena Rubén, a los que hacemos Menudo Castillo nos encanta esta noticia.
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