
Una ardilla ha pasado junto al pedazo de césped en el que escribimos y claro, los peques se han puesto a correr detrás de ella. Uno de ellos ha tirado una piedra... y aunque le he echado la bronca me ha venido muy bien para la nueva propuesta... les he dictado una frase y les he pedido seguir con la historia. Os dejo la frase.
Cuando tiré la piedra no podía imaginar que aquella ardilla iba a hacerse tan grande que podía aplastarme de un pisotón.A ver qué cuentos sacan de esto... ¿se os ocurre algo a vosotros?
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Javier Fernández Jiménez
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