Vicente Muñoz Puelles
Rocío Martínez
Lena tiene una rana de goma con la que juega a todas horas. Pero cuando vea que en el estanque del jardín hay una rana de verdad, Lena descubrirá que es más divertido jugar con ella y le pondrá de nombre Rony. A la rana le gusta esconderse y aparecer después en un lugar inesperado. Durante el invierno, Lena desaparecerá; pero, al llegar la primavera en el estanque Lena encontrará muchísimas ranas.
Primeros lectores
Porque las cosas
si son de verdad
siempre son más
divertidas
La naturaleza es pura diversión y cuando uno se va a vivir al campo siempre se queda sorprendido de la de cosas que se topa y se encuentra en cualquier esquina. En este estupendo cuento para primeros lectores (que tendrá a muchos mayores buscando renacuajos en primavera) descubrimos que ver nadar a una rana de verdad es mucho mejor que tener una de goma y que cuando pasa el invierno, cuando todo parece tristón y adormilado, llega la primavera con la magia de la vida y los colores.
Para leer en buena compañía o empezar a leer uno solo
Las ilustraciones son para disfrutar y para verlas durante un buen rato, el texto es sencillo y muy bueno para ser contado en voz alta, además, la historia que nos cuenta nos deja algunos recodos y rincones para que nosotros y los mayores los rellenemos con nuestras propias aventuras e ideas y el final es tan abierto, que da pie a que lo continuemos nosotros (por ejemplo, yendo a una charca o a un estanque a ver cómo nadan los renacuajos).
Hay que querer a la naturaleza y respetarla, hay que saber que después de las lluvias y el frío llegan el sol y los colores. Hay que aprender a disfrutar de la lectura, “La Rana Rony” es un buen libro para empezar a hacer todas estas cosas y además, viene con dos puzles de regalo que son geniales, así que uniremos la lectura al juego y a la sonrisa, ¿qué mejor manera hay de hacer buenos lectores?